Como toda terapia, la terapia de pareja consiste en un proceso relacional entre el terapeuta y la pareja. El propósito está orientado al sistema intra e inter personal de los cónyuges y a las problemáticas inherentes. Se parte de la definición de pareja para definir una relación consensuada, significativa, con estabilidad en el tiempo, y con los contrastes naturales de cada individualidad. La pareja es un sistema con estructura, organización, reglas, roles distintos a las de otras familias y a las de la familia en sí misma.
Si bien existen diversas escuelas de terapia de pareja, con diversos enfoques, técnicas, presupuestos teóricos, etc., todas hacen hincapié en la importancia de la comunicación y la necesidad de desarrollar estrategias de resolución de conflictos. La terapia de pareja posee sus propios fines y procesos. Esto la convierte en un área concreta de la Psicología Clínica general y la Psicoterapia en particular. Dentro de los objetivos de la terapia de pareja, se encuentran:
- Manejar el motivo de consulta manifiesto para hallar el motivo de consulta latente.
- Promover un cambio que favorezca la comunicación, al tiempo que respeta los límites y creencia de sus integrantes.
- Permitir las redefiniciones y evitar la rigidez de las intervenciones.
- Llegado el caso, promover una separación con el menor daño posible para los integrantes.
La terapia de pareja es un proceso creativo y único
La terapia de pareja es un proceso creativo y único, donde no se limita a la aplicación de una técnica terapéutica. Posee tres fases: evaluación, intervención y seguimiento. Una modalidad que puede ser muy provechosa es la co-terapia, en ella participan dos terapeutas, usualmente de géneros distintos, de manera que la dinámica del sistema terapéutico se agiliza, lo cual requiere que ambos terapeutas sean capaces de complementarse.
En modelo cognitivo-sistémico cuenta con gran aceptación debido a su profundidad teórica y a los resultados de su aplicación en distintas áreas psicológicas. El enfoque sistémico posibilita una visión más compleja de las relaciones humanas. Introduce como factor de análisis a las relaciones interpersonales como prioridad. Por su parte, la inclusión el modelo cognitivo se produce a partir del hecho de que los seres humanos comparten un mundo real simbólico producto de acuerdos sociales. Este fenómeno en la relación de pareja es notable, donde ambos provienen de historias y formas de percibir distintas, estilos de pensamiento singulares y modelos personales que puestos en común configuran un contrato matrimonial, que es negociado de manera implícita durante el ciclo vital de la pareja.
En la Terapia de pareja el paciente es el «nosotros»
Durante el trabajo terapéutico de la pareja, el paciente es el nosotros, que parte de entender las construcciones cognitivas que se derivan de esa realidad emocional de la relación íntima. La misma que origina comportamientos que retroalimentan las acciones de uno sobre el otro, en una secuencia de hechos. Tratándose entonces de dos realidades construidas: cónyuges y terapeutas. Esta perspectiva trabaja desde un abordaje de los factores políticos, asociados al manejo del poder, y los factores semánticos, que son los contenidos de la relación, la comunicación.
Al enfrentamiento de las realidades inventadas que trae la pareja se debe sumar la realidad que posee el terapeuta. Éste no está exento de haber sido influido por su propia experiencia personal, a lo que se suma el modelo teórico que utiliza. Un terapeuta de pareja debe estar dispuesto a abandonar los prejuicios frente a las interacciones entre los participantes, a los diferentes modos de convivencia e, incluso, a los motivos de consulta novedosos.
Las indicaciones de la terapia de pareja deben responder a una necesidad de los participantes. Pero en caso de que ello no ocurra, se debe intentar construir en conjunto una expectativa realista de trabajo. Es necesario realizar algunas adecuaciones previas que posibiliten una terapia justa y equitativa que mantenga la neutralidad del terapeuta. Está claro que este tipo de terapia requiere de creatividad y entusiasmo por parte del terapeuta. Éste deberá hacer uso de todos los recursos a su alcance si quiere obtener buenos resultados.